Con estos consejos podrás acabar con la falta de ganas, la desmotivación y todas tus excusas para no hacer ejercicio a diario
1. Aumenta tu energía: Antes de entrenar, cómete un bocadillo rico en energía, como una barrita de cereal, una rebanada de queso panela, una fruta o un yogurt light.
2. Corre lento: Haz sesiones más lentas y menos intensas. En vez de correr un trayecto lleno de desniveles, corre sobre un camino más amigable y de forma más tranquila.
3. Evita el cansancio: Para que tus músculos y tu mente no te hagan abandonar el ejercicio, empieza con un programa de tres días a la semana y con una intensidad que vaya aumentando progresivamente.
4. No seas estricta: Practica los ejercicios con los que tu cuerpo se sienta más a gusto. Si te cuesta trabajo hacer una rutina, márcate objetivos a corto plazo, como alargar tu carrera o caminata un kilómetro más cada dos meses.
5. Desafíate a ti misma: Otra cosa que también puede ayudarte a ahuyentar la monotonía es marcarte metas ambiciosas y constantes desafíos a ti misma. Verás que puedes alcanzar cualquier objetivo que te propongas y esto te impulsará a mantenerte en movimiento.
6. Obtén buena condición: Si eres de las personas que al agitarse se quedan sin aliento y no pueden continuar la actividad física, te conviene empezar con ejercicios cardiovasculares de baja intensidad y poca duración, y aumentar gradualmente el tiempo y la resistencia.
7. Quédate con ganas de seguir: Equilibra el ejercicio físico con el descanso. Es mejor que te quedes con ganas de hacer más ejercicio, a que termines exhausta y no puedas hacerlo al día siguiente”, aconseja Enrique Irurozqui, entrenador a cargo de un importante gimnasio.
8. No te aburras: Si te hartas pronto al practicar el mismo ejercicio, cambia de rutina. Enrique Irurozqui te sugiere que “intentes practicar dos ejercicios distintos cada mes, o te inscribas en una nueva clase cada dos meses; continuamente surgen nuevas tendencias innovadoras en ejercicios”.
9. Comienza cuanto antes: Entre más pronto comiences mejor, porque tu cuerpo se va acostumbrando a la actividad física y se beneficia mucho más que si nunca te ejercitas. La entrenadora personal y fisióloga Loles Vives señala que "la mejor forma de motivarte es hacerte consciente de las virtudes de el ejercicio.
10. Organiza tu tiempo: Para Loles Vives “muchos intentos de ir a un gimnasio, practicar ejercicio cardiovascular o pesas y llevar una rutina se interrumpen por la falta de ganas y desmotivación. La excusa más común es la falta de tiempo, sin embargo lo único que necesitas es organizar tu tiempo”.
11. Maneja tu tiempo: No necesitas tener mucho tiempo libre a diario, además los gimnasios ofrecen una amplitud de horarios, así que no es difícil hallar un momento para dedicártelo a ti misma. Una hora diaria de entrenamiento, bien aprovechada y asesorada por un instructor, te basta para obtener excelentes resultados.
12. Divide el entrenamiento: Si tienes poco tiempo para hacer ejercicio, puedes hacer pesas en las mañanas y ejercicios cardiovasculares por las tardes. Si no quieres practicar pesas, reparte tus ejercicios aeróbicos en dos turnos, mañana y noche.
13. No te esfuerces en exceso: Si sientes que no puedes continuar, baja el ritmo o deténte y haz estiramientos para mantenerte en movimiento. Lo importante no es qué tan rápido llegues a tu destino, sino que disfrutes el ejercicio. La actividad física no debe ser para ti una obligación, sino algo divertido que además te dé salud y bienestar.
14. Programa tu ejercicio: Haz alguna actividad física durante 30 minutos, al menos 5 días por semana, y aumenta poco a poco la duración y resistencia. La médica nutrióloga Noemí del Villar señala que “no parar en todo el día e ir de aquí para allá, no mejora la salud ni elimina el estrés, porque es una actividad frenética, descontrolada, no sistemática, que te deja exhausta en lugar de relajarte como lo hace el ejercicio programado”.
MARAVILLAS DEL EJERCICIO
Nuestra sociedad es cada día más sedentaria, a pesar de que los médicos nos recomiendan con mayor insistencia practicar regularmente ejercicio, por una larga lista de buenas razones:
Quemas grasa
Calmas tu apetito
Luces un aspecto más joven
Tu piel se vuelve más tersa
Obtienes unos músculos más tonificados y un cuerpo más atractivo
Te relajas
Favoreces tu concentración y lucidez
Aumentas tu agilidad y tu autoestima
Estimulas la liberación de sustancias cerebrales que mejoran tu ánimo
Disminuyes el insomnio y la depresión
Te cansas menos
Mantienes sanos tu corazón y pulmones
Alivias los dolores de cabeza y el estreñimiento
Reduces la presión alta y el colestero
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