En el amor, los obstáculos sociales o físicos, así como los rompimientos pasajeros, pueden fomentar la emoción
¿Quién no se ha enamorado perdidamente en esta vida? Resulta difícil creer que existe alguien que no haya experimentado esta sensación inesperada, espontánea y casi indomable. Cuando estamos enamorados, sentimos dentro toda una revolución de emociones distintas, que al combinarse nos crean estados mentales que nos motivan o desmotivan.
Como asegura la antropóloga estadounidense Helen Fisher en su libro Por qué amamos, frecuentemente las dificultades y los peligros en la relación amorosa fomentan la pasión. Cosas como los obstáculos sociales o físicos avivan la efervescencia del amor, y las peleas o los rompimientos pasajeros pueden resultar muy incitantes. ¿Por qué sucede este fenómeno dificultad = atractivo?
Cuando estamos enamorados, la embriaguez y la ansiedad que sentimos son emociones exaltadas que se estimulan aún más si tenemos complicaciones o prohibiciones con nuestro amado. Las trabas y las limitaciones incrementan nuestro interés y entusiasmo, haciéndonos sentir que tenemos un hermoso reto que vencer, para llegar a un estado de pasión superior y extraordinaria. Por desgracia, normalmente el amor logra su mayor magnitud en momentos de máxima dificultad o cuando la pareja se separa.
En nuestra propia relación de pareja, muchas veces nos hemos preguntado ¿cuánto tiempo perdurará este éxtasis de amor? Recientemente se han realizado estudios del cerebro que han indicado que el enamoramiento dura usualmente alrededor de 18 meses. No obstante, si en la relación surgen oposiciones, contrariedades y adversidades, el fuego del amor puede mantenerse encendido por muchos años.
Sin embargo, cuando la pareja se habitúa a la vida cotidiana juntos, ese ardor empieza a desaparecer de forma natural. Pero no hay por qué alarmarse, pues esta fogosidad es frecuentemente reemplazada por unos sentimientos mucho más sólidos de amor sereno y apego a la persona amada.
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