martes, 16 de octubre de 2007

Bailes eróticos para estar en forma

Bailes eróticos para estar en forma

Son el último grito en la oferta de gimnasios y escuelas para ponerse en forma. Recibe el nombre de 'Factor' y utiliza el erotismo y los movimientos que han popularizado las 'strippers' para poner el cuerpo a tono. Empleando la barra fija vertical, el yoga, el pilates y la danza moderna miles de mujeres ya han probado esta nueva modalidad de deporte que es el último grito y el último éxito en los EEUU. No importa la edad... ni la condición ni la profesión. De hecho, mayoritariamente, sus seguidoras, que se cuentan por miles, son amas de casa.

Además de mejorar la condición física, incrementar la elasticidad y la coordinación tiene un efecto secundario: mejora la vida sexual. La idea de convertir los bailes eróticos en una oferta de gimnasio se atribuye a la actriz Sheila Kelley ('La ley de los Ángeles') y tiene, entre sus practicantes, a personajes tan conocidos como Hatcher ('Mujeres desesperadas').

Su creadora asegura que, al desnudarse, las mujeres están despojándose también de los tabúes que limitan su sensualidad y la aceptación del propio cuerpo. Este hecho psicológico, para Sheila Kelley, es fundamental pues en la era de culto al cuerpo es muy importante que cada mujer aprenda a quererse y a aceptarse tal como es sin tener que comparar su figura o su aspecto con el de una 'top model'. La actriz asegura que, además, es muy divertido por lo que nadie que acuda a las clases tendrá la sensación de que lo hace por obligación o de que es una pequeña tortura que hay que sufrir para tener una buena figura.

Kelley empezó a pequeña escala. Ella practicaba el baile en la barra vertical y sus amigas le pidieron que les enseñase. Poco a poco se corrió la voz y tuvo que alquilar una sala para dar respuesta a la demanda. El negocio ha ido creciendo hasta abrir varios locales, editar un libro y una serie de DVD.

El 'S Factor' tiene siete niveles y cada uno de ellos tiene un grado de dificultad diferente. A partir del tercero es cuando se baila sobre los altísimos tacones que utilizan las 'strippers'. Donde se practica el 'S Factor' nadie encuentra la típica sala de gimnasio. Es más bien un ambiente que recuerda el de un club nocturno. La luz es tenue y no hay espejos para que las mujeres se concentren en los movimientos.

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