Con la llegada del buen tiempo y el sol, además de conseguir un bonito bronceado, podemos encontrarnos con las temidas manchas en la piel, un problema muy común en las consultas dermatológicas y en los centros estéticos.
Pero las temidas manchas pueden ser causa también del inexorable paso del tiempo, como claro signo de envejecimiento, o aparecen como consecuencia de cambios hormonales. El primer paso para solucionar el problema debe ser localizar cuál de sus diversas causas lo ha originado.
"Si no hay sol, no hay mancha", asegura la doctora Elia Roo, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Muchas pueden ser las razones por las que aparecen las manchas en la piel, pero "todas ellas implican la exposición a los rayos ultravioleta".
Incluso aquellas relacionadas con el envejecimiento no son más que fruto de años de contacto excesivo con el sol. Es lo que provoca una excesiva activación de los llamados melanocitos, y es por eso que las manchas aparecen especialmente en cara y el dorso de las manos, las zonas más expuestas.
Así es como aparecen los léntigos solares, tal y como los médicos denominan a este tipo concreto de manchas. También son llamados léntigos seniles, aunque ya menos, porque cada vez aparecen en gente más joven, advierte la doctora Roo.
Otro tipo de mancha es el melasma, aquella que nace por el cambio hormonal que las mujeres sufren en el embarazo, la menopausia o por el uso de la píldora anticonceptiva. En este caso suelen aparecer en la frente, las mejillas o el labio superior, y están más difuminadas.
El sol también interviene en estos casos, ya que si en los meses invernales parecen haber desaparecido, las manchas se oscurecen y vuelven a ser visibles durante los meses de buen tiempo.
Aunque son las mujeres las que sufren la aparición del melasma en el noventa por ciento de los casos, también aparece en la piel masculina como resultado del uso de antibióticos.
Un tercer tipo de mancha es la pigmentación inflamatoria, la que aparece sobre una quemadura o sobre la cicatriz resultante tras una intervención quirúrgica si se expone a la luz solar.
MEDIDAS PREVENTIVAS.
- La fotoprotección está recomendada en todos los casos.
- Evitar combinar el consumo de antibióticos con el uso de rayos UVA o con la toma prolongada de sol.
- No aplicar perfumes en zonas expuestas como la cara o el cuello, ya que su contacto con la luz solar puede provocar una pigmentación no deseada.
Por Héctor Llanos Martínez.
EFE REPORTAJES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario