No siempre produce placer, relajación y bienestar. Muchas personas sufren dolor de cabeza antes, durante o después de las relaciones sexuales, y hay casos en que puede fomentar un cuadro depresivo.
Al igual que algunos medicamentos de probada eficacia y beneficios para el cuerpo o la mente de quien los toma, el acto del amor también puede provocar algunos efectos secundarios desagradables o molestos, y a veces perjudiciales.
Casi el uno por ciento de la población, suelen sufrir a lo largo del año, y al menos en alguna ocasión, un dolor de cabeza tanto como antes, durante o después de mantener relaciones.
Según el neurólogo David Ezpeleta, de la Sociedad Española de Neurología (SEN), este tipo de dolor de cabeza se produce más en hombres que en mujeres y puede surgir tanto en el momento anterior a la excitación como después de tener un orgasmo.
Si la molestia es muy intensa hay que acudir a un servicio de Urgencias para descartar una dolencia más severa, como una enfermedad intracraneal más grave", advierte el experto.
Cuando se han descartado estas complicaciones, si el dolor de cabeza persiste y aparece siempre que se mantienen relaciones sexuales puede tratarse de una cefalea sexual benigna (CSB).
El dolor de la CSB suele prolongarse de un minuto a tres horas, comienza como un dolor a ambos lados de la cabeza bilateral y sordo, que va en aumento a medida que también se incrementa la excitación sexual.
El psiquiatra estadounidense Richard A. Friedman, experto en depresión y trastorno bipolar, ha descrito varios casos de este tipo, los cuales suelen presentarse con cierta frecuencia en las consultas de algunos psiquiatras y psicólogos o sexólogos.
Menciona los casos de personas en la segunda y tercera décadas de vida que, después de tener sexo, se sienten doloridas y deprimidas durante un día, que experimentan un lapso de entre cuatro y seis horas de depresión intensa e irritabilidad después de cada orgasmo, o que sienten una depresión intensa durante varias horas después de mantener relaciones sexuales.
Según Friedman, no es raro experimentar algo de tristeza después del placer sexual y en sus investigaciones ha encontrado una posible relación entre la depresión poscoital y la química cerebral.
Por Rocío Gaia.
EFE REPORTAJES.
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