jueves, 22 de noviembre de 2007

Lugares que perjudican tu dieta

¿Estás tratando de bajar de peso, pero con tanta tentación gastronómica no logras cuidar tu alimentación?

Te compartimos las 20 estrategias básicas de los expertos en nutrición, para seguir adelgazando en cada escenario:
En casa

1. Calma tu hambre. Antes de comer, tómate medio vaso de yoghurt, de jugo de tomate o una zanahoria, para no lanzarte desesperada hacia cualquier alimento.

2. Adereza con moderación. Evita servirte continuamente raciones ligeras de aderezo y evita las grandes salseras que con sólo verlas se antoja vaciarlas.

3. No te prives de su plato favorito. Disfruta de cantidades pequeñas de lo que se te antoja, porque prohibírtelo puede desembocar en unas ansias intensas de comer.

4. No te acabes el plato. Frecuentemente el hambre se acaba mucho antes que la comida. Si ya no tienes hambre deja la comida en el plato, tu organismo te lo agradecerá.

5. Si fue poco, complétalo. Si no quedaste satisfecha, completa tu estómago con una pieza de fruta, un pedazo de queso panela o un té, en lugar de galletas o panes.

6. No comas hasta estallar. De pequeña quedabas llena al levantarte de la mesa, pero no debes seguir haciéndolo, debes levantarte solamente satisfecha.

En el trabajo

7. Come entre horas. Evita un hambre que te haga excederte con la comida, tomando a media mañana y a media tarde unas galletas integrales, un lácteo o una pieza de fruta.

8. Evita comer en tu escritorio. Cambia de lugar y de vista y come relajadamente, porque la computadora, el teléfono y los papeles te asegurarán una indigestión.

9. Antes de comer, tranquilízate. Si tu trabajo es estresante, con la mente acelerada devorarás la comida y sentirás un nudo en el estómago. Espera unos minutos y relájate.

10. Planea un menú variado. Aunque el sándwich y el jugo sean saludables, no debes comer lo mismo todos los días. También consume frutas, verduras, lácteos y grasas.

11. Sándwiches nutritivos. Varía el relleno del sándwich: pan integral; atún, pechuga, pavo o queso; jitomate, lechuga o espárragos; y aderézalo con aceite de oliva.

En el restaurante

12. Evita las grasas. Un pescado a la plancha o al vapor siempre es más saludable que uno frito o con aderezos. Pregunta cómo preparan cualquier plato antes de pedirlo.

13. Las verduras y pescados no siempre son ligeros. Las verduras salteadas o los pescados ahogados en salsa pueden ser tan potentes como un guiso.

14. Pide fuera del menú. Si sólo quieres pasta y las del menú tienen mucha grasa, pide una pasta hervida y un poco de aceite de oliva para sazonarla a tu gusto.

15. Vigila los ingredientes. Los buffets tienen un amplio surtido de ensaladas, ideales para seguir tu régimen al pie de la letra. Pero debes evitar las ensaladas con salsas o aceite.

16. No esperes el primer plato para beber. Antes de elegir tu platillo, pide una botella de agua y bebe a pequeños sorbos para evitar estar hambrienta.

17. Pide la salsa aparte. Acompaña tu ‘ensalada del chef’ con aderezo blue cheese o tu filete con bearnesa, pero sólo moja la punta del tenedor en ella antes de cada bocado.

Durante los viajes

18. Si viajas en coche, planea. En lugar de consumir durante el trayecto comidas enemigas de la línea, lleva agua natural; sándwiches de pan integral y pavo; verduras con limón y chile; fruta y yoghurt descremado.

19. Antes de subir al avión. Come un plato de pasta con aceite de oliva y una ensalada. Si el vuelo es largo, sé selectiva con los alimentos y toma agua natural en lugar de alcohol.

20. De regreso, recupérate. Cuando vuelvas a casa come con moderación alimentos cocidos, a la plancha, al vapor y poco condimentados.

Comprométete contigo misma y recuerda que la responsable de lo que te llevas a la boca eres sólo tú. En tus manos está el elegir alimentos saludables, bajos en grasas y calorías.

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