jueves, 22 de noviembre de 2007

Logra controlar tu apetito

Si la vida acelerada te crea ansiedad y hambre, no dejes de comer para bajar de peso, mejor sigue estos consejos y será suficiente


¿La obsesión por tener un cuerpo escultural te ha llevado a dejar de comer? El problema está en qué comes, cuándo y cuánto comes. La vida acelerada a la que estás obligada te crea una ansiedad que te causa trastornos alimenticios y muchas veces relacionas tus insatisfacciones e inseguridades con la comida. Sin embargo, siguiendo estos consejos sencillos, te será más fácil mejorar tus hábitos alimenticios.

Hoy en día es común encontrar muchos productos adelgazantes en el súper y la farmacia, como barritas de fibra, polvos, licuados, pastillas, parches, cremas, etcétera. Pero no es necesario que recurras a todo eso, ni que dejes de comer. Estos cambios en tu conducta diaria serán suficientes:

• Lávate los dientes. Lavarte los dientes 10 minutos antes de cada comida es otra manera de engañar a tu cuerpo, porque así tu mente piensa que ya no vas a comer más, entonces al sentarte a la mesa lo harás con menos hambre.

• Reduce tu estómago. Cuanto más comes, más hambre te da, por lo tanto el primer objetivo será reducir tu estómago. Para esto es necesario que dejes de comer cuando todavía tengas la sensación de poder seguir comiendo. Al principio dejarás de comer cuando todavía tengas hambre, pero así poco a poco disminuirás las cantidades de comida y te empezarás a sentir satisfecha. Comienza dejando una cuarta parte de cada ración, luego una tercera y si puedes después la mitad.

• Mastica chicle. Muchas veces las ganas de comer algo no es hambre sino ansiedad. Mastica un inofensivo chicle sin azúcar para ayudar a que se te pase la intranquilidad.

• Come antes en casa. Si vas a salir a comer a un restaurante con tu familia o amigos, un gran secreto para mantener tu dieta es comer antes en casa, de forma medida y saludable, y llegar ya llena al restaurante, para ahí sólo pedir una gelatina y un agua mineral.

• No te aburras. La ociosidad es tu mayor enemigo, así que siempre ocúpate en algo, aunque sea habla por teléfono o sal a dar una vuelta, pero no vayas a la despensa cuando no tengas nada que hacer, porque te convertirás en un Cookie Monster y todos tus esfuerzos anteriores habrán sido en vano.

• Apúntalo todo. Cada día anota en una libreta absolutamente todo lo que te comes, para que estés consciente de los errores que cometes y qué debes mejorar; así controlarás mucho mejor tus progresos y esto te animará más a seguir adelante.

• Ponte estereotipos. En caso de que el hambre fuera más fuerte que tu decisión y no resistieras la tentación, debes haber colocado en el refrigerador unos recortes de mujeres con cuerpos saludables, no tan delgadas como una top model porque ya sabemos que muchas de ellas padecen de anorexia, pero sí en buena forma y en su peso, que te recuerden el propósito de perder esos kilos de más.

• No te saltes comidas. Es indispensable que ni un solo día dejes de desayunar, comer y cenar. Para que logres llegar a la comida con menor apetito, lo más importante es un desayuno generoso que incluya fruta, lácteos, fibra y proteína, por ejemplo, un cereal con leche light, fruta y unas cuantas nueces.

• Toma agua natural. Sustituye los refrescos y bebidas alcohólicas por agua natural, que te ayuda a disminuir la sensación de hambre, digerir mejor los alimentos y eliminar toxinas en la orina. Toma dos litros diarios de agua natural en pequeños sorbos a lo largo del día, te mantendrás hidratada y mejorarás tu piel.

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